Welcome Bolivia

A los viajeros que llegan a la ciudad de La Paz desde el aeropuerto de El Alto, las primeras impresiones les quitan literalmente el aliento. Son las bien publicitadas altura(3660 msnm)y escasez relativa de oxigeno. También la belleza de su emplazamiento en la hoyada, como dicen los alteños. En un día claro, al fondo de la ciudad se ven brillar, con la nieve y con la luz, los 6400 metros de altura del monte Illimani. La Paz merece ser disfrutada con tiempo, para vivir las muchas caras de la ciudad multifacètica, desde sus mercados diurnos hasta sus peñas nocturnas, desde la festividad del Gran Poder en junio hasta la entrada Universitaria o el carnaval paceño, con su lunes de Jisk'a Anata y su Martes de Ch'alla. El departamento de La Paz se extiende mucho mas allá de la sede de gobierno. Vigilando la desde arriba, la ciudad mas joven de Bolivia, El Alto es la capital aymara del mundo. El flujo de migrantes rurales la ha convertido en las urbes que mas crecen en América Latina. Su cercanía al Lago Titicaca y a las rutas comerciales que llegan desde el Perú y desde Zona Franca de Iquique en Chile, han convertido a El ALto en un lugar de producción y de mercado.
A pesar de todos los cliches que lo ahogan, el Lago Titicaca es de una belleza natural sin parangón. A 3800 msnm, con 8400km2 de superficie, esta joya de zafiro esta incrustada, poco congruentemente a los ojos del visitante desprevenido, entre las arideces andinas. Es el lago navegable mas alto del mundo. Las tradicionales aldeas aymaras en sus orillas y en sus islas, y el fondo de los picos nevados de la cordillera Real, forman un paisaje para cuya caracterisación los visitantes nunca dudan antes de usar la palabra "magia".La profundidad del lago, que parecia insondable, fue fijada en 457 metros a pesar de llamarse "criolla", la trucha nada desde hace poco entre sus aguas. Fue introducida recien en 1939; hoy las crian en granjas acuaticas. Para el extranjero, los iconos cromaticos de SudAmerica son blanco de los Andes y el verde de la Amazonia. niguno de los dos falta en el departamento de La Paz. A un corto vuelo de condor desde la sede de gobierno, en los yungas, con sus precipicios y sus valles neblinosos, el encuentro visual de nieves y selvas despliega todo la espectacularidad que podia anticiparse. En la fresa Sorata, en los calidos Coroico y chulumani, el viajero cansado, con una bebida en la mano, puede observar los picos nevados desde el borde de una piscina. Y retomar animos, viajar mas lejos y encontrar delicadas vicuñas y adustos curadores Kallawaya en la remota cordillera Apolobamba. De algun modo, el orgullo de los paceños parece justificado, pues aseguran que su departamento es como una pequeña Bolivia, por su ecologia unica y su maxima biodiversidad